Ubicado en el concejo de Aberdeenshire, en Escocia, se encuentra el encantador pueblo de Newburgh. Un destino que invita a salir de la ruta turística convencional para descubrir el lado auténtico y desconocido de las costas escocesas.
Por sus grandes dunas y sus extensas playas, Newburgh es considerado un paraíso natural. Un paraíso que cuenta con la mayor población de patos eider del Reino Unido y ofrece a los visitantes la posibilidad de disfrutar de interesantes actividades centradas en la contemplación y el estudio de las aves.

En medio de un paisaje de ensueño, se halla una de las principales atracciones turísticas de Newburgh. Una zona de arenas movedizas que alberga los restos medio enterrados de una iglesia del siglo XII. Sin duda, el escenario perfecto para una sesión fotográfica.
Aventuras acuáticas en Newburgh
Los amantes de los deportes acuáticos encontrarán en Newburgh el sitio perfecto para la práctica de Stand Up Paddleboarding (SUP) y windsurf. Por sus amplias playas y tranquilas aguas es el destino ideal para disfrutar de emocionantes aventuras y explorar la costa de una manera mucho más audaz y divertida.
Historia y cultura
Newburgh tiene una rica historia y patrimonio cultural que vale la pena sondear. Destacan las ruinas del Castillo de Newburgh, una fortaleza del siglo XIII que brinda impresionantes vistas del estuario y los alrededores. Además, el pueblo es conocido por ser cuna del renombrado pintor y grabador James McBey, cuyo legado se celebra con letreros y una placa en su honor.
Gastronomía y hospitalidad escocesa
Después de un día de exploración conviene disfrutar de la gastronomía local y la cálida hospitalidad escocesa en los acogedores pubs y restaurantes de Newburgh. Desde mariscos frescos hasta platos tradicionales escoceses se sirven en pintorescos establecimientos con miras al mar. Y qué mejor que una rica pinta de cerveza para complementar un plan por demás relajante y atractivo que, sin duda, quedará grabado en la lista de los mejores recuerdos.
Por cierto, no pierdas ocasión de toparte con las cientos de focas grises que toman el sol y juegan a diario junto a la desembocadura del río ¡Un suceso maravilloso!