Aberdeen puede ser visitada durante todo el año. Sus innumerables atractivos hacen que la actividad en la ciudad sea inagotable. Centros de negocio, museos, monumentos históricos, parques naturales, clubes deportivos y opciones de ocio garantizan una gran experiencia. Pero ¿Cuál es la mejor época para visitar Aberdeen?
La época ideal dependerá sin duda de los intereses y/o actividades a desarrollar en la ciudad. Esta fracción del territorio escocés suele ser fría y húmeda durante el invierno, así que para disfrutar de actividades de ocio al aire libre, la mejor época para visitar es en verano.
Días cálidos y despejados
La temperatura promedio en la llamada ciudad de granito es de 11°C y llueve la mayor parte del año, lo que puede ser considerado desfavorable. Sin embargo, su clima oceánico templado también incluye un verano cálido.
De junio a septiembre y específicamente en los meses de julio y agosto se disfruta de temperaturas entre los 18°C y 20°C, con muchas horas de sol. En este período es posible pasar días junto a la playa, caminar a la intemperie, pasear en bicicleta, admirar la naturaleza, practicar deportes acuáticos y jugar golf. Y es que Aberdeen cuenta con algunos de los mejores campos de golf de Escocia.
El viento es más calmado durante el mes de julio, con una velocidad promedio de 16,7 kilómetros por hora, es suave entre los meses de abril y septiembre. Los otros seis meses del año comprenden el período de mayor ventosidad, con una velocidad promedio de 23 kilómetros por hora.
Días fríos y precios bajos
Aberdeen recibe turistas los doce meses del año. Tiene su temporada más alta en verano y la más baja entre enero y marzo. Enero y febrero son los meses más fríos, con temperaturas de hasta 6°C, ideales para los amantes del invierno.
Pero hay otro punto a considerar. Enero puede ser la mejor época para visitar Aberdeen, si lo que se quiere es ahorrar algo de dinero. Este mes el sector hotelero ofrece sus precios muy bajos, con ofertas irresistibles. Los alojamientos dad son cómodos y la mayoría están provistos de instalaciones óptimas para el trabajo, el disfrute familiar o la recreación, según el plan de cada quien.
Las cocinas de los hoteles y restaurantes cercanos ofertan lo mejor de la gastronomía. Y el completo servicio de transporte hace posible el traslado hasta los numerosos atractivos de la ciudad, sean históricos, naturales, culturales o de ocio.
